CAMPAÑAS CERO DESALOJOS Y BÁJELE AL RUIDO AIH COLOMBIA:
El confinamiento magnifica los ruidos externos y realza la importancia vital de los derechos colectivos e individuales a la paz, a la tranquilidad, al estudio, a la salud, al descanso, a una vida digna y libre de molestias externas, a la convalecencia. Qué sirva este pequeño resumen sobre el ruido producido por los vehículos y por nosotros mismos para sembrar conciencia y cambiar hábitos dañinos, irrespetuosos e insolentes. Las personas mayores, sobre todo, estamos expuestas sin consideración a la incesante y perjudicial contaminación acústica y vehicular que se convierte en violencia sonora, las autoridades que deberían obrar de oficio e imponer el control, no lo hacen. Se pita y hace bulla sin ton ni son, sin necesidad, todo el día y la noche. Para saludar, para lanzar piropos estridentes, para pasar a toda velocidad los cruces sin precaución, para anunciar la llegada, para parquear, para que abran la puerta, es un mal hábito que perturba la salud, la tranquilidad de las personas (CCV).
Sigue lo tomado de: (tomado de https://www.lavoz.com.ar):
"Estos efectos, denominados extra-auditivos usualmente no son considerados. Muchos de ellos son de naturaleza fisiológica y otros psíquicos, pudiendo ocasionar consecuencias sociales severas", agregaron.
Efectos. "Entre estos efectos están: pérdida de la calidad del sueño, caída del rendimiento en las tareas, estrés, dolor de cabeza, interferencia en la comunicación, alteraciones cardiovasculares, complicaciones gastrointestinales, cambios endocrinos, modificación del ritmo respiratorio y fatiga corporal, entre otros",
"La lucha contra la contaminación acústica es una acción individual y colectiva, el ruido no lo hacen sólo los demás, sino que lo hacemos cada uno de nosotros. La lucha contra el ruido requiere de la concientización y el accionar de cada ciudadano, incluyéndote a vos", añadieron.
En ese sentido, informaron sobre una serie de acciones para reducir el ruido y protegerse:
1. Prestar atención a los ruidos que hacemos y respetar el derecho de los demás a disfrutar de un ambiente sonoro confortable.
2. No usar la bocina del automóvil, excepto que sea necesario para prevenir accidentes. Evitar aceleraciones bruscas y la utilización de escapes libres. Si se emplean alarmas en automóviles procurar que sean de corta duración.
3. Oír música y televisión a un nivel que no produzca molestias a los demás. Moderar los tonos de llamada de los celulares y no escuchar música mediante los parlantes abiertos de los celulares en ámbitos públicos. La propia música se convierte en ruido molesto para los que no desean escucharla.
4. Hablar con un volumen de voz moderada, no es necesario hablar en voz alta ni gritar para que los demás nos oigan.
5. Mover sillas, mesas u otros muebles sin hacer ruido, especialmente cuando tengamos vecinos en el piso inferior. Cerrar las puertas sin dar golpes.
6. Ser especialmente cuidadosos en el uso de electrodomésticos por la noche.
7. No gritar a los niños ni enseñarles a gritar.
8. Proteger nuestra audición evitando exponernos a niveles sonoros elevados. Evitar los lugares de ocio ruidosos.
9. Limitar el tiempo de uso de auriculares, emplearlos a un nivel moderado y procurar no usarlos en ámbitos o medios de transporte ruidosos.
10. Explicar, llamar la atención sobre el uso innecesario, inadecuado e irrespetuoso de las fuentes sonoras y ruidosas y su daño a la salud pública.
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