martes, 24 de septiembre de 2024

 Temperaturas intensas en la Comuna 10 La Candelaria

Imagen: https://telemedellin.tv/por-que-se-siente-mas-calor-en-medellin/716387/


En Medellín, la temperatura que recordamos desde hace 40 años no sobrepasaba los 24 grados centígrados, máximo 26. Hoy no baja de 28 y 32 grados e incluso más si medimos las “islas de calor” en la Comuna 10 La Candelaria.

Desde el Sistema de Alertas Tempranas del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Siata), se anunció que en lo corrido del mes de septiembre se alcanzaron “temperaturas de hasta 32 grados centígrados, un registro que se iguala a los máximos históricos alcanzados durante el mes de septiembre durante los últimos ocho años.” (El Colombiano, 18 de septiembre de 2024).

La deforestación y la violenta pérdida de capa vegetal no solo se presenta en los campos antioqueños. También la ciudad sufre sus consecuencias, pues con el aumento desmesurado del parque automotor, la consiguiente urbanización para sostenerlo y la polución que desprende, más el incremento de la población y por ende de la necesidad de construcción de viviendas y dotación de servicios, contribuye al cambio climático urbano. El cambio de vocación industrial de Medellín por el comercial, de servicios y ahora el turístico, impulsa la desaparición de grandes áreas de contención climática por cuenta de enormes centros comerciales, hotelería y transporte. El urbanismo desenfrenado (caso El Poblado y Pajarito) y otras zonas citadinas incluyendo las grandes obras de infraestructura de la ciudad, por importantes que parezcan, le causan un daño irrecuperable al ambiente de frescura de la desaparecida Ciudad de la Eterna Primavera. No se subsana la desaparición de la capa verde y de la anterior floresta, con la misma rapidez en que se edifica y urbaniza.

La presión de intereses y necesidades sobre el suelo urbano disponible otrora verde y reforestado en barrios tradicionales, más una actitud laxa de las oficinas de planeación y las curadurías urbanas, frente a la destrucción a la vista de barrios de arquitectura patrimonial que debieran estar protegidos (caso San Benito) y la invasión de áreas de retiro e inestables de las cuencas hidrográficas con loteos y reloteos ilegales, ayuda al aumento de la sensación térmica elevada que se siente en el llamado centro, permitiendo el mayor desorden urbanístico y la disminución de la calidad de vida de los habitantes.

Entre los detonantes de las fuertes variables climáticas que se sienten en la Comuna 10 La Candelaria y que afecta la salud de los residentes, se encuentra la contaminación producida por el imparable crecimiento del número de vehículos que transitan y parquean diariamente, al emitir gases de efecto invernadero (GEI) sobre la ciudad en altos índices que equivalen al 98% del monóxido de carbono, el 86% de los óxidos de nitrógeno, el 74% de compuestos orgánicos volátiles, el 79% del material particulado y el 72% del dióxido de nitrógeno. Busetas, camiones y motos permanecen largo tiempo con el motor encendido sin necesidad, además.

De lo anterior se desprende lo significativo que puede ser la existencia de la política pública de movilidad y ambiente y su actualización permanente adoptada por el Municipio de Medellín, al darle prioridad al transporte público y al uso masivo de la bicicleta, pues hasta ahora han prevalecido los intereses ligados a la dupla cemento-gasolina y primado el interés particular sobre el general, en desmedro de los derechos colectivos de la población a un ambiente sano y a un futuro mejor. Situación que debe revertirse drásticamente para evitar un “no futuro” devastador.


Las comunidades -nos instan los mandos de poder-, debemos aportar más para disminuir las secuelas de estos fenómenos climáticos, aparte de las cargas sociales y económicas que nos depara una mala administración de los recursos naturales e hídricos.

Podemos y debemos ahorrar agua y energía, pero no por cuestiones económicas, que ya lo hacemos, sino por la conciencia social de que son recursos que la humanidad necesita para su supervivencia y deben ser luchados, usados y administrados con responsabilidad, dentro de un nuevo orden y modelo económico social, pues el estereotipo neoliberal actual ha fracasado rotundamente y mantiene en peligro la existencia de la humanidad en nuestra única casa sideral, el planeta Tierra.

Maratón mundial por el derecho a la vivienda y contra los desalojos

La Campaña Mundial Cero Desalojos que se llevará a cabo el próximo 11 de octubre en Padua, Italia, contará con la inclusión de casos de Medellín y de La Ceja, por las comunidades que se han visto afectadas por la degradación urbana, la gentrificación y por razones sociales y económicas, cuando sus propietarios e inquilinos se ven amenazados y forzados a abandonar sus casas y venderlas a menos precio. El ruido también afecta ostensiblemente el disfrute de los derechos asociados a la vivienda, señalados en la Constitución de Colombia y en otros instrumentos internacionales, porque está causando cada vez más conflictos, desalojos y desplazamientos, sin la debida atención oficial y ciudadana, inclusive.

Este evento es organizado por la Alianza Internacional de Habitantes (https://esp.habitants.org) y su red global de defensores de la vivienda con asiento en 45 países, entre ellos Colombia. A la AIH se le informó sobre el apoyo a la campaña nacional del Proyecto de ley contra el ruido que se adelanta en el Senado de la República, texto al que se ha contribuido desde Medellín y La Ceja, por cuanto este flagelo causa desahucios y abandono de territorios. El derecho a la vivienda digna en términos integrales contiene el precepto del ambiente sano en paz y tranquilidad, que debe protegerse para no afectar los demás derechos humanos. 


 

Foro sobre la Contaminación Acústica

y el Ruido en La Ceja

ALIANZA INTERNACIONAL DE HABITANTES
Sede Internacional
c/o Unione Inquilini, via Bettella, 2/ter – 35133
Padova – Italia / info@habitants.org

Sede Medellín-Colombia
Circular 4 No. 70-98 Piso 2, Laureles, Medellín

Boletín 2 La Ceja, Sept. 2024

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Este Foro se realizó exitosamente el pasado miércoles 21 de agosto de 2024 en el colegio

de San Cayetano por iniciativa de la Junta Cívica por un Ambiente Sano de La Ceja y acogido por el Consejo Territorial de Planeación de La Ceja. Asistieron representantes de entidades oficiales (Cornare, Secretaría de Gobierno en representación de la Alcaldía, Secretaría de Salud y Personería Municipal), habitantes de San Cayetano y otros barrios, integrantes de la comisión ambiental de la Junta Comunal de San Cayetano y de otras y organizaciones.

A la presidenta del CTP, María Victoria Melo, le correspondió abrir la sesión, agradeciendo la asistencia al evento, reconoció los esfuerzos de los organizadores y anfitriones del II Foro del CTP por su impecable salón y las pancartas tan dicientes del problema del ruido.

Se destacaron las intervenciones de Cornare1 (dos funcionarios muy comprometidos con la problemática en la disminución de la contaminación acústica), de Angel Cadavid a nombre de los jóvenes estudiantes afectados por el ruido, de la Personera Municipal y de algunas denuncias realizadas por la comunidad.

El foro cumplió el propósito de poner en el centro del debate y de la administración tan compleja problemática, unificó a los moradores y víctimas de la contaminación acústica e importantes organizaciones de la sociedad civil, para buscar soluciones oportunas y eficaces, ya que el ruido es una verdadera pandemia que en forma silenciosa afecta la salud de las personas, la convivencia y el ambiente sano.

La Junta Cívica, en especial, agradeció la invaluable labor del CTP, de la Junta Comunal de San Cayetano, de Cornare, de las veedurías de la Salud, de la Educación y de Andenes Públicos, de la AlH Colombia, en tan sentida brega social y anunció junto con los demás co-participantes su decisión de: a) continuar con su lucha para hacer cumplir el plan de descontaminación acústica (sin aplicación desde 2021) y elevarlo a Acuerdo Municipal (tal como lo propuso Cornare hace 4 años), b) hacer uso de los mecanismos legales y ciudadanos que sean necesarios, incluyendo las acciones constitucionales, y continuar con la campaña cívica contra el ruido y por los derechos al ambiente sano, la salubridad, la convivencia y la tranquilidad.

Se acordó participar e inscribir el caso de La Ceja con un video en la Campaña Mundial


Cero Desalojos que se llevará a cabo el próximo 11 de octubre en Padua, Italia, ya que el ruido afecta ostensiblemente el disfrute de los derechos asociados a la vivienda y señalados en la Constitución de Colombia y otros instrumentos internacionales, porque está causando cada vez más conflictos, desalojos y desplazamientos, sin la debida atención oficial y ciudadana, inclusive.

Este evento lo organiza la Alianza Internacional de Habitantes (https://esp.habitants.org) y su red global de defensores de la vivienda con asiento en 45 países, entre ellos Colombia. También se informó sobre el apoyo a la campaña nacional del Proyecto de ley contra el ruido que se adelanta en el Senado de la República, texto al que se ha contribuido desde Medellín y La Ceja.

El derecho a la vivienda digna en términos integrales contiene el precepto del ambiente sano en paz y tranquilidad, para no afectar los demás derechos humanos.

Mensajes puestos en el salón del evento por la propia comunidad adyacente de San Cayetano, para llamar poderosamente la atención y que deben hacer reflexionar a autoridades, contratistas, empresas y ciudadanía:

Si hijos saludables quieres tener, menos ruido debes hacer

El ruido afecta tu salud silenciosamente

Si el planeta quieres cuidar, al ruido debes bajar

Cuando el ruido se alarga, tus días se acortan

La contaminación acústica daña la salud y el medio ambiente


Colombia sin Inventario Forestal Nacional d portas de la COP16

De acuerdo con los objetivos debatidos en la COP15 (reunión de partes del Convenio de la Biodiversidad Biológica de las Naciones Unidas celebrado en diciembre de 2022) y que se pretenden actualizar en la COP16, la biodiversidad terminará constreñida en un área máxima del 30% para ser protegida y conservada en todo el mundo. La experiencia de la realidad ambiental global nos muestra cómo inclusive estos estimativos son superados por la crisis climática y el calentamiento global y a tan reducida superficie la siguen catalogando dentro de intereses contables y financieros como "servicios ambientales", no como santuarios de la vida.

Lo único que ética, política y socialmente hablando deben hacer los tomadores de decisiones es ampliar, extender. recuperar, conservar, proteger áreas determinadas ya por la ciencia como por los mismos cómputos de los traficantes del ambiente, dejándolas indemnes y totalmente libres, incluso del falso "turismo ecológico" que quieren imponer, se deben dejar fuera del mercado y oponerse una gobernanza social y popular: “Hoy en día, la propia crisis energética no es sino un medio para experimentar nuevas formas de gobernanza y las medidas de excepción aparejadas. Aquello que la sacrosanta «transición ecológica» nos ofrece, como movilización cotidiana, no consiste, por supuesto, en una alternativa al desastre que está produciéndose, sino sólo en un intento de poner un remedio ilusorio a la debacle del cuerpo político.” (SER BOSQUES. Jean-Baptiste Vidalou, pág. 12).

Una imagen = mil palabras

Cornare Archiva licencia ambiental de Gravas La Colina al no cumplir el 58.3% de las normas. Por ahora no hay cantera a cielo abierto debido al alto impacto contra la biodiversidad. Felicitaciones comunidad, activistas ambientales y organizaciones.

El 18 de julio de 2024 el Concejo de La Ceja aprobó un acuerdo municipal donde declarando al Pato de Torrentes y su hábitat del Río Piedras como patrimonio municipal. Es una especie sensible a la contaminación y requiere el cuidado de su ecosistema. La iniciativa ciudadana fue liderara por el concejal Kevin Jiménez, a iniciativa de organizaciones y activistas ambientales.





jueves, 27 de junio de 2024

Se exige vía tutela la reanudación de las obras de reposición del alcantarillado ante EPM y Fermar S.A.S.


REPOSICIÓN Y RENOVACIÓN DEL SISTEMA DE ALCANTARILLADO SUSPENDIDO POR SEGUNDA OCASIÓN. SE INSTAURA ACCION CONSITTUCIONAL Y LAS ENTIDADES VUEVEN AL SECTOR. SE EXIGE CONTINUACION SEGURA Y OPORTUNA DE LAS OBRAS

AIH Medellín Colombia Informa (Mario Barrera): Acompañamiento con acciones constitucionales a la comunidad de la Junta Cívica Paraje El Pinar (Fuente Clara-Robledo) ante abandono injustificado de las obras de reposición y modernización del alcantarillado. Son 100 hogares beneficiados que en sus facturas ya pagaron estas obras en el concepto de saneamiento básico. Con la acción constitucional instaurada EPM y la compañía contratista santandereana Fermar SAS aceptaron los incumplimientos y las suspensiones: La empresa interventora de origen japonés, NIKON NIPPON KOEI LAC, por su parte, señaló: "EL contrato de obra inició su ejecución el 27 de enero de 2022, lamentablemente, debido a las dificultades en la ejecución de algunos tramos, la inexperiencia del Contratista en la ejecución de obras en el Municipio de Medellín y la falta de recursos del contratista, son situaciones que han afectado gravemente la buena marcha del contrato, este debió ser suspendido. Toda esta situación ha sido advertida por la Interventoría a EPM. El contrato se encuentra legalmente suspendido desde el 1º de abril de 2024 a la espera de que se retomen actividades y alcance la finalización de las mismas." Esperamos la terminación completa de las obras y esté preparado este territorio para la crisis climática que desata fuertes lluvias y largas sequías.

El contexto bajo el cual basamos nuestra petición de amparo constitucional a manera de presentación:

La comunidad donde residimos y realizamos el trabajo comunitario, se llama Paraje El Pinar (Fuente Clara-Robledo), se ubica en la parte alta del barrio Fuente Clara, en la Comuna 7 Robledo, con entrada de acceso vehicular por la antigua vía al mar (a San Cristóbal), a la altura de la entrada al barrio La Campiña: Calle 63 con Carrera 96 A.

Desde el 26 de diciembre de 2010, fecha en que formamos la Junta Cívica del sector, comenzamos actividades solidarias y comunitarias en procura del mejoramiento barrial y para enfrentar las graves y continuas inundaciones que nos acosaban en ese entonces y que hoy vuelven a retornar.

Actividades que incluyeron acciones constitucionales, entre ellas una Acción Popular que radicada en Juzgado Segundo Administrativo de Medellín (05001333100220100013400), el cual falló en nuestro favor el 27 de enero de 2012, y donde se ordenó a EPM y Municipio de Medellín realizar obras de mitigación y control de aguas lluvias y de escorrentía, con obras de mantenimiento de paso niveles en las tres quebradas cercanas (La Puerta, La Guaguita y el caño El Porvenir o La Pajarita), y obras de encauzamiento de aguas lluvias y de escorrentía específicas en la entrada a nuestro barrio, consistentes de i) un cárcamo, ii) la canalización de parte del caño La Pajarita, iii) mantenimiento de las redes y sumideros periódicamente y iv) la reconstrucción del paso nivel que en este punto existe: Calle 63 Vía al Mar con Carrera 96 A (Entrada al paraje El Pinar).

En 2022 nos correspondió impetrar acción de tutela contra EPM y contratistas por el abandono de los proyectos de reposición del sistema de alcantarillado, que estaba aprobado desde hace 8 años ya y en 2023 solicitar la intervención de la Procuraduría General de la Nación, para que programaran con seriedad el inicio de obra.

En esta ocasión y en este año llevamos tres meses de abandono completo de las obras que ha sido dejadas expósitas con grave riesgo para la comunidad y para el patrimonio público, hasta el punto de que hace dos meses un vecino se accidentó en uno de los sitios que no recibió mantenimiento y fue diagnosticado con graves lesiones en su humanidad.

La preocupación por los fenómenos de alta pluviosidad que asolan a Medellín a causa del calentamiento y la crisis climática global y la consiguiente exacerbación de otros fenómenos como La Niña y El Niño (eso dicen los informes y las noticias), así como por las secuelas y riesgos que ello depara para nuestros empinados barrios, nos han obligado a realizar solicitudes para renovar los sistemas hidráulicos, evacuación de aguas lluvias, escorrentías y sumideros y especialmente, el alcantarillado de aguas servidas de alto riesgo de contaminación de la zona, que son deficientes para el cúmulo de conexiones por el crecimiento habitacional.

EPM y la administración pública han creado en la comunidad y en nosotros los voceros la buena fe y la confianza legítima en los actos que ha emitido en relación con el proyecto de renovación y ampliación del sistema de alcantarillado para nuestro sector, cuya continuación hemos solicitado en sinnúmero de veces para que se cumpla, pero ya la paciencia se ha agotado, máxime que el interminable y crudo ciclo invernal no amaina, por los fenómenos ya destacados (que continuarán su incremento con inusitada fuerza).









sábado, 20 de enero de 2024

 EL RUIDO ES UN ASUNTO DE DERECHOS Y NO DE TOLERANCIA

Por: Carlos Arturo Cadavid Valderrama (Medellín, enero 18 de 2024)

Destacamos algunos titulares y frases tomadas al azar de los cientos de manifestaciones frente al inaudito crecimiento del malestar del ruido, donde se denuncia como una agresión contaminante sonora al ambiente y sobre todo hacia la salud de las personas sometidas a su efecto pernicioso. Es una verdadera pandemia, como lo denominan miles de ciudadanos afectados. Incluso hoy reconocidos medios de comunicación le están dando la importancia merecida. El ruido, la bulla, la virulencia sonora o la contaminación acústica (se incluye la “pitomanía” y la “alarmamanía”, no solo equipos de sonido y perifoneo), ha disminuido de manera tangible y creciente la calidad de vida a que tenemos derecho los residentes en cualquier barrio o vereda y estudiantes o pacientes en cualquier institución. Estos hechos cada vez con mayor grado de denuncia, contradicen las soflamas oficiales en sus informes sobre que en Medellín y el Área Metropolitana, y además en el oriente antioqueño, se respira un ambiente saludable y de mejor calidad, cuando la realidad muestra lo contrario y desvela la nula acción para sofocar estas perturbaciones insoportables que producen daños irreparables a la salud, al ambiente, a la convivencia, y al derecho a la vivienda: por esta causa suben los desplazamientos y desalojos presionados con amenazas y agresiones, de quienes solicitan moderación, silencio y cumplimiento de las normas.
El tratamiento del ruido es un tema agudo y especial para las agremiaciones de comerciantes, productores, expendedores, transportadores, conjuntos residenciales, acciones comunales y organizaciones sociales, para que ayuden a su solución y a entender el verdadero concepto de la “responsabilidad social”, pues en materia de contaminación acústica, lo deberían poner en el centro de sus actuaciones frente a los derechos humanos de sus asociados y usuarios. Por su lado, la administración pública debe cumplir y hacer cumplir las pocas normas de control al respecto e implementar ejecutiva y policialmente medidas eficaces, pues se perdió en este aspecto de la vida pública el deber y la obligación de intervenir de oficio. Tengamos en cuenta que el ruido se produce como una contravención “erga omnes” e “infraganti” y no se puede seguir sometiendo a la ciudadanía a reclamaciones inocuas y a cruentas persecuciones por parte de los transgresores, tal y como lo ha registrado la prensa.
Los POT y PBOT actuales permiten e incentivan estas afectaciones al introducirse el fementido “uso mixto de suelos”, sin parar mientes en que no cualquier negocio puede autorizarse en cualquier parte, esta es una de las causas principales del aumento desmesurado del ruido en negocios impuestos en medio de las residencias, muchos de los cuales funcionan sin control de horarios, sin medidas de mitigación e insonorización y sin respetar el uso del suelo residencial o institucional. Esta anarquía también aumenta la bulla y la contaminación de los vehículos de distribución a cualquier hora y día. Irregularidades innatas del desorden y la degradación urbanas cimentadas por cada alcaldía al gobernar solo para unos pocos e insensibles mercaderes. Ni un PAU (PROTOCOLOS AMBIENTALES Y URBANÍSTICOS), han logrado implementar eficiente y oportunamente desde el 2016, donde la actuación de las autoridades de control específicas como inspecciones y oficinas de control territorial, ha sido ineficaz, por no decir nefasta, para los derechos colectivos e individuales relacionados con la contaminación acústica y la polución. Esta realidad incontrastable vale más que mil intenciones y excusas.
Descollamos la nutrida participación y compromiso del grupo del derecho al silencio y de la submesa del ruido que desde hace año y medio funcionan, dando cuenta de esta dramática situación y exponiendo los casos, muchos de ellos inverosímiles en vista de la inepta actuación de las autoridades: Proliferación incontrolada de expendios de licor, ruidosos hasta el amanecer, que ocupan andenes, se toman espacios públicos a la fuerza, condenan al vecindario a sus francachelas interminables y hasta denuncian a las víctimas por perjudicar sus aturdidores negocios. Una universidad vertical en Laureles, en lugar de dar ejemplo ambiental, montó escenarios de rumba y deporte en su último piso, cuya amplificada resonancia golpea de frente a los residentes circunvecinos a escasos 25 y 30 metros a la redonda. Un escenario público-privado como la estrambótica megacarpa ubicada en el Aeroparque Juan Pablo II al frente de Las Playas, no permite ninguna labor ni descanso a los habitantes por la desbordada acústica.
Esta brega cívica de los habitantes, para alcanzar niveles dignos e idóneos de vida, protección y convivencia, debe fortalecerse, pues ya ha conseguido que se pronuncien frente al ruido varios columnistas en distintos medios de comunicación, dando aliento a las víctimas y reclamando apoyo a los derechos a la paz, a la tranquilidad, a la salud y al ambiente sano. También ha desembocado esta gesta ciudadana en la presentación de un proyecto de ley contra el ruido, que ojalá sus ponentes lo logren formalizar y enriquecer, para que no sea letra muerta o de escaso beneficio.
MANIFESTACIONES DE LA COMUNIDAD FRENTE AL RUIDO
"Según va avanzando el proyecto de Ley contra el ruido, aparecen las voces "preocupadas" por el posible cambio social que nos podría traer: creen que somos "engreídos" y "demasiado sensibles", que los que amamos la tranquilidad vivimos en una "torre de marfil", y emprendemos una lucha contra "la grosería mundana de los ruidosos, una lucha entre la vulgaridad y el refinamiento". En fin, para los que tienen miedo a una futura "policía del silencio", queremos aclarar, que ellos ven la realidad en un espejo curvo, cuando es todo lo contrario. Son los ruidosos que llevan años luchando contra "la reflexión y sensibilidad ", son ellos quienes quieren dictarnos como tenemos que vivir, a que hora podemos acostarnos y cuando tenemos que despertarnos, que géneros musicales y a que volumen tenemos que escuchar, que estilo de vida tiene que gustarnos; en fin, no es la "policía del silencio", sino "la dictadura del ruido", el verdadero enemigo público.”
“Si bien lo pensamos, el derecho de muchos está violentado por el derecho al enriquecimiento de unos pocos.”
“Yo no se si decir qué bonito o qué tristeza. De verdad es un karma que muchos ciudadanos viven. No vamos a desfallecer en la búsqueda de soluciones. Ciudadanos responsables seguimos siendo!”
“La autoridad es la principal contaminante acústica por acción y omisión. No hay duda.”
“Mientras las autoridades de la ciudad, diferentes organizaciones, por ejemplo, "Medellín como Vamos", no tomen conciencia del daño que está generando el ruido en nuestra salud mental y física, los resultados no los veremos.”
“El tema del ruido en la ciudad no solo afecta a residentes también a turistas que vienen en un plan de descanso, en un plan de conocer la ciudad diferente al otro tipo de turismo dañino que lo que hace es acabar con la imagen de Medellín.”
“La regla se volvió la excepción: "Aspectos como la contaminación auditiva, la inseguridad y el constante tráfico de vehículos, así como la presencia de establecimientos comerciales, pueden generar intranquilidad en algunos sectores de la ciudad." No es que "puedan generar intranquilidad", es que lo hacen. Hasta la prensa le resta importancia a la incesante y creciente pandemia del ruido; artículo que, por si mismo, evidencia la nula e ineficaz acción oficial.”
“¿ Por qué el Concejo en pleno desde el 2016 hasta el Concejo actual no han exigido que se hagan cumplir los PAU?”
“¿Dónde queda la función social y ambiental de la propiedad mueble e inmueble de modo que nos abstengamos a conciencia tanto propietarios como tenedores e inquilinos de incurrir en las perniciosas prácticas de producir ruido, bulla y algarabía sin necesidad, malogrando el ambiente sano, la salud física y mental de las personas y la convivencia ciudadana? El ruido es un asunto de derechos, no de tolerancia.”
“El domingo 10 de julio de 2022, un hombre y dos mujeres tocaron en la puerta de la casa de don Hernán Darío Castrillón, de 67 años en ese momento, en el barrio La Colina, en Medellín. Fueron allí iracundos y con la decisión de golpearlo porque horas antes él les había reclamado por el incesante ruido y por las rumbas que siempre hacían en la casa vecina. Le reventaron los ojos. Lo dejaron ciego.
El 31 de octubre de 2021, los patrulleros Sandra Pérez y Leibiston Ortiz llegaron al sector de Nueva Guinea, en la isla de San Andrés, para atender un caso de exceso de ruido. Cuando se acercaron al lugar donde infringían la ley, los recibieron a tiros y los mataron.
El 17 de noviembre del año pasado, Álvaro Manuel Amador, de 34 años, no aguantó el desespero que le producía el ruido de su vecino, se quejó y la respuesta fue una puñalada que lo mató. Esto pasó en el barrio Las Cruces, en Bogotá.
“¿Cuándo en Colombia se volvió condenable que alguien pida respeto por su derecho a vivir en silencio? Hoy todo aquel que pide bajar la voz, moderar el volumen o simplemente respetar los límites de ruido es insultado, burlado, pero sobre todo cuestionado.” (Diana Giraldo, Por el derecho al silencio. Semana, 12/1/2024).”
“Los “escándalos” de los cacareos, ladridos, bramidos y relinchos finqueros y los alegatos de las guacharacas son asfixiados por estallidos pirómanos y parlantes del tamaño de una nevera, que suelen ser controlados por el borracho de turno. Y como el ruido viaja por el aire, que es de todos y de nadie, la autoridad ni se da por aludida, pues en Colombia se asocia el estruendo con la alegría. Pocos se atreven a “aguar las fiestas”, entre otras razones, por miedo a disputas violentas.” (Ana Cristina Restrepo Jiménez. Mal de vereda. El Espectador, 11 de enero de 2024).
“La problemática, según sus declaraciones, lleva más de dos años y la situación ha llegado a tal punto que la residente se ve obligada a entregar su inmueble el próximo mes debido a trastornos de sueño y ansiedad diagnosticados.” (Redacción BLU Radio, 17 de Enero, 2024).

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